Investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y del Centro de Investigación en Tecnología Aplicada (CIBA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en la creación de alimentos funcionales a partir de residuos agroindustriales de Puebla y Tlaxcala.
El proyecto busca reducir el desperdicio de alimentos en México, donde el 30% de la producción se pierde antes de llegar al consumidor. Para ello, se utilizan cáscara de ajo, flor de Dalia, bagazo de café y caña de azúcar como base para el desarrollo de probióticos.
Probióticos y beneficios para la salud
Carlos Enrique Ochoa Velasco, académico de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la BUAP, explicó que estos subproductos contienen antioxidantes, antimicrobianos y fibra, lo que favorece la microbiota intestinal, la digestión y el sistema inmune.
El estudio consta de tres fases:
- Caracterizar los residuos y analizar su valor nutricional.
- Evaluar el impacto de los extractos en pruebas in vivo con ratones, analizando su efecto en el índice glucémico y sobrepeso.
- Incorporar los extractos en alimentos como helado, humus de garbanzo y pollo con recubrimientos comestibles.
Impacto y colaboración interinstitucional
El proyecto, que se encuentra en su primera fase, involucra a investigadores y estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado de la BUAP y el CIBA-IPN. La meta es finalizarlo a finales de 2025.
Según Ochoa Velasco, el objetivo es aprovechar los residuos agroindustriales en lugar de desecharlos, ya que muchos compuestos benéficos para la salud se encuentran en cáscaras, semillas y tallos.