La captura de Javier Francisco N., alias “El Caimán”, líder del mercado de La Cuchilla en Puebla, marca un cambio en la lucha contra el crimen organizado. Detenido en Tlaxcala el 11 de marzo, su arresto se dio tras un operativo coordinado para rescatar a un joven secuestrado.
“El Caimán” es señalado como uno de los principales generadores de violencia en Puebla. Se le atribuyen homicidios, extorsiones y vínculos con el narcotráfico. Además, está relacionado con el asesinato de José Fernando N., hermano de “El Grillo”.
Su historial criminal incluye la desaparición y asesinato de David Báez Aburto y Jocelin Carreto Xaltenco. La pareja fue hallada en una fosa clandestina en La Cuchilla en junio de 2023. Estos crímenes consolidaron su reputación como un delincuente de alta peligrosidad.
En 2019 y 2021, “El Caimán” fue detenido por delitos contra la salud, pero obtuvo su libertad. Su influencia creció gracias al control de actividades ilícitas y la eliminación de rivales. Además, contaba con la protección de elementos policiales, según reconocimientos públicos.
El secuestro que llevó a su captura ocurrió el 7 de marzo en Axocomanitla, Tlaxcala. Un joven de 26 años fue interceptado al intentar vender su automóvil. Los captores exigieron un rescate de tres millones de pesos, lo que activó el operativo de rescate.
Durante el operativo, detuvieron a cuatro secuestradores, incluido “El Caimán”. Este operaba junto a una banda liderada por “El Chiflagoras”, originario de Zacatelco. Tras su captura, fueron puestos a disposición de las autoridades para enfrentar cargos por secuestro y otros delitos.
Las autoridades poblanas analizan procesos pendientes contra “El Caimán”. Su caída representa un golpe a las células criminales que aún operan en Puebla. Sin embargo, su legado de violencia y narcotráfico sigue siendo un desafío para la seguridad en la región.