Por segunda vez en seis años, la empresa Forever 21, conocida por popularizar el fast fashion entre adolescentes, se declaró en bancarrota ante un tribunal de Delaware. La compañía argumentó que la competencia con minoristas extranjeros de moda rápida, como Shein y Temu, ha afectado gravemente su rendimiento.

En un comunicado, Forever 21 aseguró que sus tiendas y sitio web en Estados Unidos seguirán activos para dar servicio a sus clientes, pero se realizará una liquidación ordenada. Además, la empresa está buscando un comprador para algunos o todos sus activos.

La famosa marca enfrenta nuevamente serios problemas financieros debido a su incapacidad para competir con gigantes del comercio electrónico. Brad Sell, director financiero de Forever 21, declaró que no se ha encontrado "un camino sostenible para el futuro" debido a la competencia extranjera, el aumento de costos y los cambios en las tendencias de consumo.

Forever 21 ya había experimentado dificultades en 2019, cuando se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, cerrando 200 tiendas. A pesar de ser adquirida por Simon Property Group, Brookfield Properties y Authentic Brands Group por 81 millones de dólares, la marca no logró recuperar su posición en el mercado.

El auge del comercio electrónico, impulsado por la pandemia, y los aranceles impuestos por Donald Trump a las importaciones chinas, han agravado los problemas de la compañía. Además, el modelo de negocio del fast fashion ha sido cuestionado por su impacto ambiental y el cambio en las preferencias de los consumidores más jóvenes.

Actualmente, Forever 21 tiene más de 540 tiendas en todo el mundo, una cifra mucho menor comparada con las 800 sucursales que tenía en su mejor momento. Se espera que la empresa explore acuerdos de licencia o incluso una venta, lo que reduciría su presencia a una versión mucho más pequeña de lo que fue en sus años de gloria.

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