El hallazgo de un centro de entrenamiento y exterminio del crimen organizado en Teuchitlán, Jalisco ha generado un intenso debate entre los legisladores federales. Las autoridades encontraron más de 200 pares de zapatos, mochilas y maletas, así como cartas relacionadas con el caso.
El coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, culpó directamente al expresidente Andrés Manuel López Obrador por el auge de la violencia en el país. "El problema es que en los seis años de AMLO se dieron abrazos y no balazos, eso potencializó desgraciadamente la crisis", subrayó.
Moreira también destacó que esta situación es más grave que el hallazgo de una fosa clandestina, ya que implica la formación de grupos criminales con una brutalidad preocupante.
Por su parte, el coordinador de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal, defendió la estrategia de seguridad de López Obrador. Aseguró que la mayoría de las fosas clandestinas "ya tenían muchos años" y que el expresidente heredó el problema de gobiernos anteriores. "Hasta el 2018 se empezó a combatir frontalmente este flagelo", afirmó Monreal.
El senador priista Alejandro Moreno acusó que el campo de exterminio operaba con la permisividad del gobierno de Movimiento Ciudadano (MC) en Jalisco. "Eso sucedió en las narices del gobierno de MC, ¿entonces dónde está Alfaro?" cuestionó.
El coordinador de Movimiento Ciudadano en el Senado, Clemente Castañeda, aseguró que el partido está dispuesto a rendir cuentas. Afirmó que el exgobernador Enrique Alfaro responderá ante las autoridades si es requerido. "Si lo requiere la investigación, por supuesto que sí", declaró.