Una agresión en el Jardín de Niños Fausto M. Ortega ha encendido las alarmas entre padres de familia. Regina, una niña de tres años, fue rasguñada en el rostro por una compañera mayor mientras se encontraba en el sanitario. Este hecho no solo dejó marcas físicas, sino también un profundo impacto emocional en la menor, quien ahora muestra miedo para asistir a la escuela.

Los padres de Regina, Jesús Deaquino Martínez y Norma Lilia Huitzil Gallegos, relataron que la maestra Laura Hernández les informó del incidente de manera superficial, calificándolo como un “pequeño rasguño”. Sin embargo, al recoger a su hija, se encontraron con que presentaba heridas severas en las mejillas, costados de la nariz y debajo de los ojos.

La respuesta de la institución fue aún más preocupante: la maestra sugirió a los padres vigilar a los niños durante el recreo, argumentando que no podía supervisarlos a todos. Esta postura ha generado indignación, ya que los padres cuestionan cómo podrían cumplir con sus obligaciones laborales mientras custodian a sus hijos en la escuela.

Este no es un caso aislado. El 12 de febrero, otra niña, Victoria, fue agredida por la misma compañera, sufriendo moretones y rasguños en el rostro. La madre de Victoria, Alison Ruby Enríquez, denunció que la maestra evitó asumir responsabilidad y, en cambio, responsabilizó a los padres de la supervisión.

Tras volverse viral el caso, los padres de Regina esperan que la Secretaría de Educación Pública (SEP) tome medidas concretas para garantizar la seguridad de los menores. Mientras tanto, la pequeña sigue traumatizada, negándose a regresar a la escuela por temor a que la agresión se repita.

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