En más de 20 años se han invertido 4 mil 962 millones de pesos en diversos proyectos de saneamiento del río Atoyac, sin obtener resultados positivos, ya que la contaminación del afluente es elevada y sigue concentrada en ocho municipios poblanos, consideró la ambientalista Verónica Mastretta Guzmán.

En entrevista para 24 HORAS, la representante de la asociación civil Dale la Cara al Atoyac comentó que la mayor polución de la cuenca se genera en la ciudad de Puebla, seguida por San Andrés y San Pedro Cholula, Amozoc, Ocoyucan, Cuautlancingo, Coronango, en la zona metropolitana de la capital, así como en Tlahuapan, Huejotzingo, San Salvador el Verde, San Martín Texmelucan, Chiautzingo y San Matías Tlalancaleca.

Sin embargo, pese a los diversos estudios y obras que se han hecho en las últimas cinco administraciones estatales, la degradación del afluente persiste, aseguró Mastretta Guzmán, en el marco del Día Mundial del Agua.

Ahora, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, colocó al Atoyac dentro de sus 100 primeras acciones para el saneamiento de los ríos más contaminados del país, junto con el Lerma, Santiago y Tula, contempladas dentro del Plan Nacional Hídrico, que contará con una inversión de más de 20 mil millones de pesos.

Para la ambientalista, los Gobiernos municipales no aplican normativas para regular las descargas industriales y remarcó la urgencia de que la sociedad participe en este proceso de limpieza, es decir, que dejen de tirar basura y desechos que desembocan en la presa de Valsequillo y generan más afectaciones al medio ambiente.

“Si la gente dejara contaminar, en un año se podría recuperar por sí solo el río Atoyac; sin embargo, al no suceder esto, es necesario implementar procesos y aplicar normativas para regularlos”, declaró Mastretta Guzmán.

Respecto a la visita de la presidenta Sheinbaum Pardo del próximo sábado, al estado de Tlaxcala, para dar inicio al Plan Hídrico Nacional, la ambientalista expresó su deseo de que esta gira se convierta en un punto de partida para implementar acciones contundentes y no sólo un evento protocolario.

ETERNA PROMESA

Con una superficie de 4 mil 11 kilómetros cuadrados, el Atoyac cruza por 70 municipios de Puebla y Tlaxcala, cuyos gobiernos estatales han invertido grandes cantidades de dinero en obras y estudios para su rescate.

Por ejemplo, durante el gobierno del priísta Mario Marín Torres (2005-2011), se realizó un convenio intergubernamental, mediante el cual se destinaron 2 mil 700 millones de pesos para el saneamiento del río.

La siguiente administración, encabezada por el panista Rafael Moreno Valle Rosas, se invirtieron mil 627 millones de pesos, en conjunto con el Gobierno federal de Enrique Peña Nieto.

Estos trabajos continuaron con Antonio Gali Fayad, quien, en su corta administración, adquirió dos barcos para el retiro del lirio acuático de la presa de Valsequillo, con un costo de 200 millones de pesos.

En 2018, la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo propuso la creación de una Secretaría de Medio Ambiente interestatal entre Puebla y Tlaxcala, para regular las descargas de empresas y asentamientos habitacionales. Sin embargo, ante su fallecimiento, este proyecto no se concretó.

Con la llegada del morenista Luis Miguel Barbosa Huerta, se contempló una inversión de casi 435 millones de pesos para la construcción de colectores y subcolectores marginales, en los municipios de Coronango, Cuautlancingo, Chiautzingo, Huejotzingo, San Martín Texmelucan, San Miguel Xoxtla y Tlaltenango, pero tampoco se llevó a cabo este plan de rescate.

El año pasado, al concluir el periodo del mandatario sustituto, Sergio Salomón Céspedes, se elaboró un proyecto con el entonces gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, donde pactaron una inversión de 20 mil millones de pesos para limpiar el río, en conjunto con el Gobierno federal.

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