En una operación sin precedentes, autoridades de Corea del Sur incautaron cerca de 2 toneladas de presunta cocaína pura en un buque de bandera noruega que había zarpado desde México, con escalas en Ecuador, Panamá y China. Este decomiso, el más grande en la historia del país asiático en materia de narcotráfico, tuvo un valor estimado de un billón de wones (aproximadamente 14 mil millones de pesos mexicanos).

El hallazgo se produjo tras una inspección coordinada en el puerto de Gangneung, en la costa este del país, basada en inteligencia proporcionada por agencias estadounidenses, incluidos el FBI y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI). Las autoridades señalaron que el cargamento estaba oculto en un compartimento secreto detrás de la sala de máquinas del buque, empaquetado en 56 bolsas de 30 a 40 kilogramos cada una.

Operación conjunta con perros detectores

La intervención involucró a un equipo de 90 oficiales de la guardia costera y aduanas, además de dos unidades caninas especializadas en detección de drogas. "Esta incautación supera cinco veces el récord anterior, que fue de 404 kilogramos de metanfetamina", destacó un portavoz del servicio de aduanas surcoreano.

Ruta del narcotráfico global

El buque, que había partido de México, hizo escalas en varios puertos antes de llegar a aguas asiáticas, lo que sugiere una compleja red de tráfico internacional. Las autoridades no descartan que el cargamento estuviera destinado a mercados como China o el sudeste asiático, donde la demanda de cocaína ha aumentado en años recientes.

Implicaciones y seguimiento

Aunque hasta el momento no se han detenido personas vinculadas al cargamento, las investigaciones continúan en colaboración con agencias internacionales. Este caso refuerza la creciente preocupación por el narcotráfico marítimo y la sofisticación de los métodos de ocultamiento utilizados por las organizaciones criminales.

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