Un derechohabiente del Seguro Social terminó con un pulmón perforado durante un procedimiento para colocar un catéter para realizar una hemodiálisis, poniendo en riesgo su vida en el Hospital de La Margarita del IMSS.
Así lo denunció la hija del paciente, quien reveló que nunca fue notificada del riesgo de la lesión, por lo que ahora su padre será sometido a otra intervención para inflar su pulmón, aunque deberá esperar, pues por Semana Santa casi no hay médicos disponibles.
“Solo hay dos cirujanos y uno de ellos es pediatra. Como el paciente está estable, se dará preferencia a los casos de mayor gravedad”, dijo la joven al acusar inconsistencias en la información proporcionada por los especialistas del centro médico de Puebla capital.
Maryfer García también reveló que en la intervención de su padre participaron jóvenes practicantes y, aunque entendió la necesidad de su aprendizaje, reconoció la preocupación ante errores que pudieran poner en peligro su vida.
“Al recibir datos erróneos de parte de distintos médicos, la justificación es que son internistas, practicantes o médicos de bajo rango, con falta de experiencia”, señaló la joven en su denuncia compartida en redes sociales.
Además de ello, Maryfer acusó que los médicos que atendieron a su padre realizaron comentarios despectivos contra él, pues sugirieron que, por su nivel de escolaridad, no comprendía las explicaciones que el médico proporcionaba.
“Esto evidencia la falta de comunicación efectiva y empatía en la atención médica. Ya es difícil estar enfermo, estar en un hospital, el cansancio de los familiares y aún recibir ese trato. Entendemos, pero ¿es necesario todo esto?”, externó.
Incluso, la joven reveló que uno de los argumentos que le dieron los médicos por la mala atención a su padre fue que se trata de un servicio público, pues en un nosocomio particular no es posible que un estudiante practique con enfermos.
Recordó que la Ley General de Salud indica que cualquier paciente tiene derecho a recibir una atención médica adecuada, así como un trato digno y respetuoso, además de otorgar su consentimiento para realizar cualquier intervención, siempre y cuando haya una explicación informada.