El presidente argentino, Javier Milei, afirmó que Argentina debe convertirse en una potencia para que los habitantes de las Islas Malvinas “prefieran ser argentinos”, eliminando la necesidad de presión o convencimiento.
Sus declaraciones se enmarcaron en la conmemoración de la guerra de 1982 contra el Reino Unido, reafirmando el histórico reclamo de soberanía sobre las islas. En sus palabras, la potencia argentina debe ser un factor decisivo para que los isleños elijan integrarse al país, como alternativa a las presiones internacionales.
Argentina ha reclamado la soberanía sobre las Malvinas durante casi dos siglos, pero el Reino Unido se niega a negociar, argumentando que los habitantes de las Falkland Islands tienen derecho a la autodeterminación. La cancillería argentina mantiene que este principio no aplica, ya que el Reino Unido ocupó las islas por la fuerza en 1833, expulsando a su población original.
En su discurso, Milei también aprovechó para criticar a sus predecesores por debilitar la causa de las Malvinas mediante políticas económicas y diplomáticas erráticas. “Nadie puede tomar en serio el reclamo de un país cuya dirigencia es conocida por su corrupción e incompetencia”, declaró.
Este respaldo a la soberanía argentina llega tras la polémica de las declaraciones previas de Milei, quien había expresado admiración por Margaret Thatcher, la primera ministra británica durante el conflicto de 1982.