Desde su implementación en el Apertura 2023, el formato Play-In en Liga MX ha favorecido a los equipos mejor clasificados, sin permitir que clubes fuera del top 8 avancen a Liguilla.
Este sistema, inspirado en la NBA, permite que seis equipos califiquen directamente a los cuartos de final, mientras que los puestos del 7 al 10 disputan los dos lugares restantes. Sin embargo, en las tres ediciones desde su adopción, siempre han clasificado el séptimo y el octavo lugar, dejando sin espacio para sorpresas.
El antecedente inmediato fue el repechaje, implementado en el Apertura 2020. Bajo ese modelo, equipos como Pachuca (9°) y Puebla (12°) lograron avanzar a Liguilla. Incluso hubo torneos donde clubes fuera del top 10 llegaron a cuartos, como Santos (13°) en el Clausura 2023.
En contraste, desde 2023, el Play-In no ha permitido que ningún equipo por debajo del octavo lugar se cuele a la fase final, lo cual ha generado críticas. Antonio Mohamed, técnico del equipo líder del Clausura 2024, se pronunció contra este sistema por considerarlo injusto.
Este semestre, Monterrey y Pachuca disputarán el pase directo a cuartos de final y enfrentarse al América. Por su parte, Juárez y Pumas jugarán por el derecho de enfrentarse al perdedor del primer duelo y obtener el último boleto.