Los estados donde tiene presencia la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) concentran los mayores índices de analfabetismo y rezago educativo del país, revelan datos oficiales.

Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán —considerados bastiones de la CNTE— reportan niveles alarmantes de atraso educativo, según cifras del Inegi y del Coneval.

El Censo de Población y Vivienda 2020 muestra que Chiapas tenía 13.7% de población analfabeta mayor de 15 años. Le siguen Guerrero (12.5%), Oaxaca (11.8%) y Michoacán (7%).

Estas cifras contrastan con el promedio nacional de 4.7%, evidenciando una brecha estructural en la calidad educativa en esas regiones.

Respecto al rezago educativo, el Coneval reportó en 2022 que Chiapas presentaba 31.1% de su población en esa condición. Oaxaca tenía 29.1%, Guerrero 28.8% y Michoacán 28.9%.

En contraste, el promedio nacional fue de 19.4%.

Además, la prueba Planea, aplicada por el extinto INEE, mostró que Guerrero tuvo un retroceso de 15 puntos en matemáticas entre 2015 y 2017.

Oaxaca, Chiapas y Michoacán no fueron evaluados por baja participación escolar, que no alcanzó el mínimo del 50%.

Pese a estas cifras, la CNTE exige aumento salarial del 100% y mejoras en el sistema de pensiones, además de realizar paros laborales que afectan a estudiantes.

La doctora María Bertha Fortoul, especialista en educación, criticó que los intereses gremiales no consideran el daño a las comunidades más vulnerables, donde el rezago es más grave.

“El mensaje que se manda es que la enseñanza y el aprendizaje no importan”, afirmó Fortoul, señalando que ni los gobiernos recientes han mejorado la situación.

Las acciones de la CNTE no reflejan un compromiso con la Nueva Escuela Mexicana ni con el interés superior de la niñez, advirtió.

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