El Papa León XIV, anteriormente Robert Francis Prevost, ha sido elegido como el nuevo líder espiritual de la Iglesia católica. Su nombramiento marca un hito histórico, al ser el primer pontífice estadounidense.
Prevost nació en Chicago, el 14 de septiembre de 1955. Fue novicio en la Orden de San Agustín y estudió Matemáticas en Filadelfia. Posteriormente, obtuvo un doctorado en Derecho Canónico en Roma, consolidando su formación académica.
La carrera eclesiástica de León XIV incluye misiones en Perú, donde comenzó en 1985. En 1999 fue prior provincial en Chicago y luego prior general de la orden a nivel mundial.
En 2014, el Papa Francisco lo designó administrador apostólico de Chiclayo, Perú. Allí, Prevost reforzó su compromiso con las comunidades locales, reflejando sensibilidad pastoral y apertura a los fieles.
Antes de su elección papal, León XIV dirigía el dicasterio para los Obispos en el Vaticano. Su labor consistía en supervisar los nombramientos de jerarcas, un papel clave en la estructura eclesial.
León XIV ha destacado por su carácter afable y enfoque moderado. Su trayectoria refleja un equilibrio entre las tradiciones de la Iglesia y las necesidades contemporáneas de los católicos en todo el mundo.
El nuevo Papa ha manifestado su intención de continuar la transformación de la Iglesia iniciada por su predecesor, Francisco, enfocándose en la inclusión y la atención a las periferias globales.
Aunque tradicionalmente se descartaba la elección de un pontífice estadounidense, la realidad geopolítica y la experiencia de Prevost han reconfigurado ese paradigma, abriendo nuevas perspectivas para la Iglesia.
La elección de León XIV refuerza la idea de una Iglesia más internacional y comprometida con los desafíos actuales, desde la formación de nuevos sacerdotes hasta la defensa de los derechos humanos.
Con 69 años, León XIV asume un liderazgo crucial en un momento de cambio y renovación para la Iglesia, proponiendo un pontificado inclusivo, fiel a los valores evangélicos y abierto al diálogo global.