Ante la propuesta de reducir a 40 horas la jornada semanal de trabajo, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) solicitó que el Impuesto Sobre la Nómina (ISN) sea deducible al 100 por ciento, para que esos recursos sean reinvertidos en estrategias que garanticen la competitividad, ya que el cambio en la logística laboral implicaría la contratación de nuevas plantillas de trabajadores, señaló el empresario Juan Pablo Cisneros Madrid.
“Estamos abiertos a mejorar la vida de los trabajadores, pero es algo que debemos tomar con responsabilidad, ya que el sector de servicios representa más del 90 por ciento de la solidez económica y que, para garantizar no sólo el funcionamiento sino la competitividad, se consideraría la suma de horas máximas posibles y horarios extras”, comentó el líder de la Canaco en Puebla.
Dentro del análisis realizado por los comerciantes establecidos ante la reforma legal, Cisneros Madrid comentó en entrevista que, desde el sector de servicios, se han puesto sobre la mesa las implicaciones económicas que conlleva este ajuste, como la integración de más empleados, salarios extras e incluso el pago triple por día.
“Es mucho más complejo de lo que se dice, por eso desde la Cámara estamos buscando que desde la obligación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), la nómina pueda deducirse al 100 por ciento y esto permitirá que esos recursos puedan aplicarse a nuevas estrategias para garantizar servicio y competitividad. También, que el ISN no esté obligado, siempre y cuando podamos demostrar que nuestros equipos de trabajo están en un proceso de desarrollo continuo, a través de las instituciones académicas”, comentó el empresario.
En este punto, Juan Pablo Cisneros afirmó que esta propuesta de deducción ya fue enviada a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a través de una carta, para que sea analizada y considerada como una propuesta viable en apoyo a las empresas, bajo el argumento de que el sector privado y de servicios deberá dotarse de herramientas para realizar un trabajo más eficiente.
Indicó que la nueva ley implicaría la aplicación de horarios extras que se deben pagar, por lo que cada sector deberá analizar el impacto que la reforma legislativa tendrá en su economía interna, para asegurarse de que no propicie un incremento en los costos de productos y servicios, ni en una reducción de la competitividad.