Los seguidores de Mircea Gabriel temen caer en estafas o ser víctimas de algún delito, pues sus presuntos asistentes piden a sus pacientes sus datos personales e –incluso–, fotografías.
“Nos están pidiendo teléfono y nombre, pero qué tal que nos estafan porque son varios los que se están anotando en libretas y resulta que no todos los asistentes están los mismos días y hay varias libretas”, dijo Evangelina, una mujer que busca agendar una curación desde hace una semana.
En entrevista desde el Paseo Bravo, donde hizo fila desde temprano para visitar al joven sanador, la mujer cuestionó cómo saben los poblanos necesitados que estos presuntos asistentes no usan sus datos para otra cosa.
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Otras personas enfermas que buscan una breve sesión con Mircea Gabriel revelaron que por lo menos cada dos o tres días cambian sus ayudantes y que cada uno de ellos lleva una libreta para anotarlos en la fila de espera.
Contaron que cada voluntario les pide sus datos personales, sin embargo, los pacientes dudan que sean sólo para la lista y temen que posteriormente les marquen para estafarlos para exigirles dinero para una consulta o se presten a extorsiones de otro tipo.
Además, también desconfiaron en dejar su fotografía para que el rumano “quitadolores” les de la sanación que tanto profesa.
“Apoco con las fotografías nos puede curar, a mi si me da miedo que la usen para otra cosa o que después haya un problema mayor y uno aquí dejando todos los datos y hasta nuestra foto. Si está de miedito, la verdad”, reconoció una señora que busca una sesión desde hace 15 días.
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Aparte de la desconfianza, otro problema que se genera en las filas son las peleas de los pacientes con los asistentes, quienes constantemente se encaran con ellos por meter a sus conocidos a la fila y no respetar los lugares de la fila o la lista.
Contaron que los supuestos ayudantes les explican que abrirán agenda nuevamente hasta el 1 de agosto, sin embargo, no saben si seguirán en el Paseo Bravo, debido al ofrecimiento del Ayuntamiento de Puebla para regularizarlo y retirarlo del parque de la capital.