Dos puentes colapsaron en el suroeste de Rusia tras explosiones ocurridas durante la noche, dejando al menos siete personas muertas y 66 heridas, informó el gobierno ruso.
Los hechos ocurrieron en las regiones de Kursk y Briansk, cerca de la frontera con Ucrania, y están siendo investigados como actos de terrorismo, según el Comité de Investigación ruso.
“El presidente Vladimir Putin recibió reportes del FSB y del Ministerio de Emergencias”, publicó el Kremlin en su canal oficial de Telegram.
En Briansk, un puente vial colapsó por una explosión, mientras que en Kursk un puente ferroviario se vino abajo, lo que provocó el descarrilamiento del tren N.86 entre Bélgorod y Moscú.
El gobernador de Briansk, Alexander Bogomaz, confirmó siete muertos y 66 heridos, incluidos tres menores.
Ferrocarriles de Moscú atribuyó el incidente a una “interferencia ilegal en la operación de transporte”, pero aseguró que la circulación ferroviaria no fue afectada en otras rutas.
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El puente ferroviario de Kursk colapsó sobre una autopista, una locomotora cayó y se incendió. Los conductores heridos fueron trasladados al hospital, informó el gobernador local.
Ambos eventos ocurrieron a unos 100 kilómetros de Ucrania, en zonas cercanas a donde Rusia mantiene operaciones militares desde 2022.
Aunque las autoridades rusas no han vinculado oficialmente los hechos con Ucrania, en el pasado se han registrado actos de sabotaje ferroviario cerca de la frontera, presuntamente por grupos juveniles.
Moscú anunció además la toma del pueblo ucraniano de Oleksiivka, mientras Kiev evacuó localidades de Sumi ante una posible ofensiva.
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