Omar, de 42 años, creyó haber encontrado una chispa de conexión real en Tinder, una app de citas donde conoció a Vale, una joven de 25 años con quien compartía el gusto por el fútbol, el coqueteo a través de mensajes de WhatsApp y el entusiasmo por conocerse en persona. Sin embargo, lo que parecía ser la cita perfecta se convirtió en una gran pesadilla.
Después de varias semanas de mensajes constantes, risas compartidas y emojis de amor, ambos acordaron ver juntos la semifinal de la Liga MX en la casa de Omar. El plan era sencillo: cerveza, pizza, botana y —al fin—, un momento de privacidad. Ella le pidió que comprara la comida a cambio de llevar las bebidas y, en efecto, llegó con un par de botellas de Sky Blue.
“Hoy me pregunto ¿cómo no se te hizo raro que sólo llevara dos?, pues en ese momento ni de eso me di cuenta, así de emocionado estaba. Y es que, en realidad, al principio todo parecía normal: el saludo, abrazo, la risa y el coqueteo… Todo como yo lo había planeado. Pensé que sería una gran tarde y noche, pero ella tenía otros planes. A ella sí le salieron”, relata.
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El partido comenzó. La charla sobre una posible apuesta por adivinar quién avanzaría a la final no se hizo esperar. Vale apostó por Cruz Azul y Omar por América. Y aunque, en efecto, las Águilas avanzaron, al aficionado americanista le tocó perder el juego del día.
Después de unos sorbos a la botella azul, Omar perdió el conocimiento. No vio a su equipo ganar ni cómo la mujer de las fotos encantadoras revolvía cajones, guardaba su cartera, un PlayStation y algunos objetos de valor de su casa para llevárselos.
“Despertar fue lo peor, porque estaba confundido. Aún hay cosas que no recuerdo. Sé que estaba perdido, porque mi hermana me vino a buscar, pero honestamente no sé qué pasó por mi mente al abrir los ojos. Hay muchas cosas que no tengo claras, porque me dijo Ana, mi hermana, que fueron cuatro días los que tardé en reorientarme”, narra con decepción.
Omar tiene un negocio con sus hermanos y para ellos fue extraño que, siendo tan puntual, no llegara a las 09:30 de la mañana de ese lunes como todos los días, que no respondiera llamadas, ni mensajes y que no se comunicara en absoluto.
“A mí se me hizo rarísimo que no tuviéramos noticias de él. Sabíamos que no saldría y lo imaginábamos en su casa, pero que no respondiera fue angustiante. Te imaginas que entraron a robar o que lo secuestraron, mil cosas. A mí me entró ansiedad y lo que hice fue tomar el coche e ir al fraccionamiento donde vive. Yo iba entrando cuando lo encontré en las calles del lugar, agarrándose la cabeza, desorientado, con la mirada perdida, todo raro”, relata Ana, hermana de Omar.
Al verlo en esa condición, el hombre fue trasladado de inmediato a un hospital, donde le realizaron estudios toxicológicos. Los resultados mostraron que su cuerpo tenía rastros de tetrahidrozolina, una sustancia común en gotas oftálmicas que, combinada con alcohol, actúa como depresor del sistema nervioso central, provocando somnolencia, desorientación e incluso pérdida de memoria.
Por su estado de salud, Omar pasó un día en el hospital. Una vez dado de alta, fue llevado a su hogar donde —con ayuda de su hermana— revisó el lugar, dándose cuenta de que Vale, la atractiva mujer que conoció, le había robado.

“Revisamos las cámaras de seguridad y, en efecto, la vimos salir con cubrebocas y una bolsa ecológica donde lleva el botín. Entonces lo que hicimos fue revisar el perfil de la chica en Tinder, el cual ya no está activo, pero había información de que era estudiante aquí en Puebla. Con todo lo que ella dijo en su momento, hemos puesto una denuncia para investigarla”, señala Omar.
Hoy, a unas semanas del hecho, Omar intenta recuperarse del golpe emocional y físico. La experiencia le dejó más que una pérdida material, dejó la lección de que, en esta era digital, el riesgo puede estar disfrazado con una sonrisa detrás de la pantalla.
“Ni de eso me di cuenta, así de emocionado estaba. Todo parecía normal, como yo lo había planeado. Pensé que sería una gran tarde y noche, pero ella tenía otros planes. A ella sí le salieron”
Omar N
Víctima de una gotera
“Revisamos las cámaras de seguridad y la vimos salir con cubrebocas y una bolsa ecológica donde llevaba el botín. Lo que hicimos fue revisar su perfil en Tinder, el cual ya no está activo, pero había información de que era estudiante en Puebla”
Omar N
Víctima de una gotera

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