La imagen de Mircea Gabriel sentado en una camilla médica, con un doctor revisándole la garganta, desató críticas y aplausos en redes. El 'sanador rumano', viral en Puebla, fue al médico.

En su cuenta oficial, el influencer aseguró que se encontraba ahí por un chequeo rutinario. Pese a ello, ofreció terapias mientras lo reconocían en la sala de espera del consultorio.

"Lo bonito es que las personas me buscan con el pensamiento", escribió. La afirmación provocó reacciones divididas entre quienes creen en sus habilidades y quienes lo señalan como un charlatán.

Usuarios lo acusaron de incoherente, argumentando que si cura con las manos, no debería requerir atención médica. Otros, por el contrario, compartieron mensajes de esperanza y fe.

“Te busco a distancia, el dolor es inmenso”, se lee en uno de los comentarios. Mircea aseguró que “el trabajo nunca termina para quien está destinado a ayudar”.

El hombre de origen rumano se hizo popular en el centro histórico de Puebla, donde decenas de personas formaban filas esperando una “sanación energética”.

Su historia se difundió por boca en boca y creció con sus publicaciones donde asegura curar dolores físicos solo tocando el área afectada. También ofrece consultas a distancia.

Las publicaciones de Mircea provocan furor digital, pero también abren el debate sobre los límites entre la fe, la salud pública y las redes sociales.

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