Habitantes de Mesa Jilotzingo, en Zacatlán, Puebla, denunciaron a través de redes sociales los riesgos sanitarios generados por una planta tratadora de aguas residuales que lleva años inactiva.

La planta está ubicada en el tramo interserrano que conecta Santa Inés con Ahuacatlán y no cumple ninguna función básica de saneamiento, según los testimonios publicados en internet.

Vecinos difundieron videos de desbordamientos de aguas negras, los cuales recorren calles transitadas diariamente por niños y adultos mayores, aumentando el riesgo de infecciones graves.

El cauce contaminado atraviesa comunidades como Jilotzingo y Tlachichilco, donde afecta cosechas, rutas escolares y provoca un olor fétido, sobre todo en temporada de calor extremo.

Durante las lluvias, el sistema colapsa por completo, generando escurrimientos que complican la movilidad y representan un peligro constante para la salud pública de las familias afectadas.

Residentes afirmaron que notificaron esta situación a la presidencia auxiliar, pero hasta ahora no han recibido atención técnica ni personal especializado que evalúe los daños ambientales.

Los denunciantes insistieron en que la falta de respuesta oficial solo agrava un problema que podría convertirse en una crisis mayor si no se atiende de inmediato.

Propusieron que las autoridades valoren la reubicación de la planta o su reparación urgente para evitar que siga contaminando la región y provocando focos de infección.

La publicación viral fue acompañada de imágenes impactantes, que reflejan la magnitud del problema que, según los afectados, lleva años sin solución real ni acciones concretas.

La comunidad hizo un llamado a las autoridades municipales y estatales a intervenir y garantizar medidas efectivas que prevengan mayores daños al medio ambiente y la salud.

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