Organizaciones internacionales denunciaron abusos sistemáticos en centros migratorios de Florida, donde migrantes fueron encadenados y privados de atención médica básica.
Un informe de Human Rights Watch, Americans for Immigrant Justice y Sanctuary of the South documentó violaciones de derechos humanos en centros de detención migratoria como Krome, BTC y el Federal Detention Center en Miami.
Entre los testimonios más impactantes está el de Harpinder Chauhan y Pedro N., quienes narraron haber comido encadenados, con la boca directamente sobre la silla.
El reporte de 92 páginas describe celdas frías, saturadas y sin higiene, además de revisiones corporales invasivas y falta de atención médica a migrantes con enfermedades crónicas.
Chauhan, un empresario británico con diabetes, denunció que se le negó la insulina por varios días. Otros casos reportan semanas sin agua potable ni acceso a jabón.
También se señala la exposición de mujeres en baños sin privacidad y múltiples traslados de castigo, sin notificación ni evaluación previa.
La muerte de la haitiana Marie Ange Blaise, presuntamente por negligencia médica, fue citada como consecuencia directa del abandono sistemático.
Desde enero, tras el regreso de Donald Trump, aumentaron las detenciones. En Krome, la población migrante se triplicó en tres meses, superando su capacidad instalada.
Belkis Wille, de Human Rights Watch, calificó los hechos como parte de un “sistema migratorio roto”. ICE no ofreció comentarios al respecto.
Los organismos piden eliminar la detención prolongada, sustituirla por medidas comunitarias y asegurar supervisión externa, atención médica y dignidad para los migrantes detenidos.

