A una semana de que World Athletics retiró su nombre como presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA), Antonio Lozano explicó que su salida obedeció a una renuncia voluntaria.
El exdirectivo informó que presentó su renuncia el 15 de julio, misma que fue aceptada un día después por el organismo internacional. Negó presiones externas o desconocimiento hacia la federación.
“Cumplí un ciclo al frente del atletismo mexicano. World Athletics respetó mi decisión”, afirmó Lozano, descartando rumores sobre investigaciones en su contra por parte de autoridades judiciales.
En su mensaje, precisó que nunca recibió notificación oficial sobre investigaciones por presuntos delitos. Aseguró que cualquier procedimiento corresponde a casos antiguos en instancias judiciales.
Antonio Lozano asumió la presidencia en 2012 y durante su gestión enfrentó controversias, incluida una detención en 2016 por peculado y desvío de fondos, con una sentencia de seis años de prisión.
Solo permaneció 20 días detenido y pagó una multa de cinco millones de pesos. Pese a ello, continuó al frente de la FMAA hasta su reciente renuncia.
El exdirigente destacó logros administrativos como la atención a 30 mil atletas, seis mil participaciones internacionales y la capacitación de tres mil entrenadores y jueces con aval de World Athletics.
Sin embargo, en resultados olímpicos, la federación únicamente presume una medalla de plata en marcha, conseguida por Guadalupe González en Río 2016 durante su gestión.
La FMAA definirá en próximos días a la persona que asumirá la presidencia tras la dimisión de Lozano, en un contexto de cambios en el atletismo mexicano.

