La administración estadounidense reforzó su discurso antimigrante con dos medidas que generan polémica: cartas de expulsión a menores y una campaña de denuncias contra exparejas indocumentadas.
El Chicago Tribune reveló que una docena de niños en Illinois recibió notificaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) con un mensaje claro: “Abandone Estados Unidos de inmediato”. Estas cartas revocan la admisión humanitaria para menores que ingresaron solos al país y eliminan la posibilidad de audiencia migratoria.
Cifras alarmantes: En abril, más de 8,300 deportaciones fueron dictadas contra menores de 11 años, la cifra más alta registrada. Organismos denuncian que el recorte de fondos para defensa legal infantil —actualmente detenido por una demanda— deja a miles de niños sin representación.
Florida promueve denuncias ciudadanas
En paralelo, el fiscal James Uthmeier lanzó la campaña “Denuncia a tu ex, nosotros lo deportamos” para localizar migrantes sin documentos. El DHS respaldó la iniciativa habilitando una línea del ICE, que recibe 15,000 llamadas al mes.
“De abusador doméstico a perdedor deportado”, publicó la agencia en redes sociales. Además, Uthmeier promueve el centro de detención “Alligator Alcatraz”, inaugurado el 3 de julio y con cerca de 1,000 internos.
Expertos y activistas califican estas acciones como un giro punitivo que busca trasladar la vigilancia migratoria a la ciudadanía, intensificando la presión sobre familias vulnerables. Mientras tanto, tribunales e instancias internacionales analizan la legalidad de estas prácticas.

