En diciembre de 2023, una perrita de seis años fue atropellada y arrastrada por un conductor en calles de la Sierra Norte de Puebla.

El responsable, David N., manejaba un vehículo Nissan cuando atropelló al animal. En lugar de auxiliarla, la arrastró fuera del coche y siguió su camino.

Vecinos intentaron auxiliar a la perrita, pero no sobrevivió. El hecho fue captado en imágenes que circularon ampliamente en redes sociales, provocando indignación colectiva.

Organizaciones defensoras de los animales y usuarios en redes exigieron justicia ante la Fiscalía General del Estado de Puebla. A pesar de omisiones en el proceso y audiencias fallidas, el caso se retomó.

David N. faltó a una audiencia, por lo que se giró una orden de aprehensión. Fue vinculado a proceso y sentenciado a más de dos años de prisión por maltrato animal.

Este fallo marca un precedente legal en Puebla, al reconocer el derecho de los seres sintientes a la justicia, en un estado donde este tipo de casos rara vez se castigan.

El caso evidencia la urgencia de protocolos más firmes para prevenir y sancionar la violencia hacia los animales. La sentencia, aunque tardía, representa un avance.

La ciudadanía exige que este tipo de crímenes no queden impunes y que las instituciones actúen de forma oportuna, sin necesidad de presión social o viralización mediática.

La justicia animal no debe depender del azar o la visibilidad digital. Casos como este deben resolverse con diligencia, no por excepción.

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