Elon Musk sorprendió al anunciar la creación del America Party, con el que busca desafiar el bipartidismo, impulsar la energía sostenible y frenar la deuda pública.
El anuncio lo realizó a través de X, donde criticó el sistema político actual como un “partido único”. Sin embargo, su propuesta carece de estructura tangible.
No existen candidatos, ni una plataforma política definida. Tampoco hay evidencia de organización, solo una invitación a usuarios para comentar sobre su viabilidad.
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Figuras como Andrew Yang, del Forward Party, han ofrecido apoyo para reclutar candidatos, aunque el proyecto parece más digital que electoral.
Elon Musk ha compartido memes contra el bipartidismo y se muestra como una figura disruptiva, pero su condición de ciudadano naturalizado le impide buscar la presidencia.
Aunque cuenta con capital económico y alta visibilidad mediática, enfrenta obstáculos legales y desafíos en el sistema electoral de Estados Unidos.
Obtener acceso a las boletas en los 50 estados requiere una estructura logística sólida y miles de firmas validadas, algo que aún no posee.
Su historial político es ambiguo: primero apoyó a Donald Trump, pero rompió públicamente con él tras diferencias sobre gasto fiscal.
Musk ha declarado que apoyará a candidatos que desafíen a republicanos alineados con el actual inquilino de la Casa Blanca.
Desde la historia, intentos como Unity '08 o No Labels fracasaron. Incluso Ross Perot, con 19% de votos en 1992, no logró consolidar un partido.
El America Party podría quedar en una propuesta mediática, sin fuerza real. Un experimento más de un empresario que busca influir, pero no competir.
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