El gobierno de Estados Unidos emitió una orden ejecutiva que establece al inglés como idioma oficial en todas las agencias federales, eliminando gradualmente los servicios multilingües.

La medida afecta directamente a millones de migrantes con dominio limitado del inglés, al restringir el acceso a servicios públicos como salud, educación o trámites gubernamentales.

El Departamento de Justicia (DOJ) publicó una guía para que cada dependencia evalúe y elimine los servicios en otros idiomas que considere “innecesarios”.

Según la secretaria de Justicia, Pam Bondi, la decisión busca “fortalecer la unidad nacional” y eliminar “políticas derrochadoras”, al enfocar recursos en la enseñanza del inglés.

Agregó que incluso se evaluará el uso de inteligencia artificial para reducir la necesidad de traductores en los procesos federales.

Organizaciones civiles alertaron que esta política puede violar derechos civiles, al dificultar la participación cívica de millones de personas no angloparlantes.

Actualmente, hospitales públicos están obligados a ofrecer intérpretes. Con la nueva norma, estas obligaciones podrían desaparecer, dejando a migrantes en situación vulnerable.

El precedente legal se remonta al año 2000, cuando Bill Clinton garantizó el acceso a servicios para quienes no hablan inglés, en cumplimiento con leyes antidiscriminatorias.

Datos del censo 2023 indican que más de 26 millones de personas en EE. UU. hablan inglés por debajo del nivel “muy bien”, y 42 millones hablan español en casa.

Durante su primer mandato, Donald Trump ya había cerrado la versión en español del sitio web de la Casa Blanca. En mayo, firmó otra orden exigiendo inglés a conductores de carga.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *