Miles de haitianos residentes en Estados Unidos enfrentan incertidumbre por la posible cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) anunciado por la administración de Donald Trump.
El TPS fue otorgado tras el terremoto de 2010 en Haití. Ha permitido a más de 500 mil haitianos vivir y trabajar legalmente en ciudades como Miami y Nueva York.
Con la revocación pendiente, organizaciones de apoyo alertan sobre una creciente ola de miedo, ansiedad y posibles deportaciones masivas.
Clarens, beneficiario del TPS desde 2024, teme por su vida: “Vine en busca de refugio y ahora quieren echarme”, lamentó. En barrios como Pequeña Haití, el temor es visible.
La abogada haitiano-estadounidense Stephanie Delia advirtió que el amparo judicial actual podría ser temporal, dejando a miles en la ilegalidad y sin protección.
La organización Haitian Bridge Alliance alertó que muchos haitianos han dejado de asistir a misa o acudir al médico. Algunas clínicas reportaron una caída de 300 a 30 consultas diarias.
En paralelo, aumentan los intentos por ingresar a Canadá. Maison d’Haiti, en Montreal, registra hasta 15 nuevas solicitudes diarias de refugiados provenientes de EU.
En lo que va de 2025, más de ocho mil haitianos cruzaron irregularmente hacia Quebec, el doble que en 2024, según datos de migración.
Volver a Haití no es opción: más de tres mil asesinatos han sido registrados en seis meses, y las pandillas controlan barrios enteros.

