Hugo Aguilar Ortiz asumirá la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con el respaldo de 6.1 millones de votos, siendo el primer ministro con raíces indígenas mixtecas.

Nacido en la pobreza extrema, fue víctima de bullying por su forma de hablar español. Su familia vendió un terreno para que pudiera estudiar Derecho en la Universidad Autónoma de Oaxaca.

Durante su etapa universitaria se involucró en movimientos sociales, asesorando al EZLN y participando en la Convención Nacional Democrática de 1994. Su historia lo convirtió en un caso único en la región.

Aguilar se formó en la lucha por los derechos de los pueblos indígenas, afromexicanos y campesinos. Considera que sin la reciente reforma judicial, él no habría podido aspirar a un cargo en la SCJN.

Como presidente del máximo tribunal, promete "cero tolerancia a la corrupción" y un Poder Judicial abierto a sectores históricamente olvidados. Advierte que no habrá acuerdos en lo oscurito.

Su comunidad, Villa de Guadalupe Victoria, sigue siendo su refugio. Dice que regresar a ella le permite mantenerse con los pies en la tierra. En sus tiempos libres, anda en bicicleta.

Reconoce que enfrentará presiones, pero asegura que tomará decisiones con plena independencia. “Vamos a escuchar, pero sin ceder. No servimos intereses”, afirmó.

Hugo Aguilar llega a la Corte como símbolo de resistencia, dignidad y transformación, llevando consigo las voces de una México pluricultural y excluido por décadas del poder.

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