Pese al llamado de 25 países a frenar los ataques, Israel amplió su ofensiva en Gaza, lo que agrava la crisis humanitaria y multiplica los desplazamientos forzados.
La ofensiva terrestre de Israel se expandió hacia el centro de la Franja de Gaza, ignorando el llamado internacional para cesar las hostilidades. La comunidad internacional alertó sobre un deterioro extremo.
“El sufrimiento de los civiles ha alcanzado nuevos niveles”, afirmaron Reino Unido, Francia, España e Italia en una declaración conjunta. Exigen acceso humanitario inmediato a la población afectada.
El ejército israelí inició incursiones en áreas no intervenidas antes. Las autoridades pidieron a los civiles evacuar Deir al Balah, donde entre 50 mil y 80 mil personas se encontraban refugiadas.
Miles de familias comenzaron a huir, en medio de bombardeos intensos. “No sabemos adónde ir. No hay lugar seguro en Gaza”, expresó Hamdi Abu Mughsib, desplazado por los ataques.
La Defensa Civil reportó al menos 15 fallecidos desde el amanecer. Señalan que los ataques constantes impiden evacuar a heridos y entregar ayuda médica urgente.
La organización británica Medical Aid for Palestinians calificó la situación como “extremadamente crítica”. La ONU indicó que al menos 875 personas han muerto desde mayo al intentar obtener alimentos.
De esas víctimas, 674 murieron cerca de los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza, una organización apoyada por Israel y Estados Unidos.
Mientras, Israel mantiene su rechazo a los corredores humanitarios. Los ministros europeos exigen que se garantice la entrega de ayuda, el cese de ataques y la protección de civiles.

