México aguarda la decisión de Estados Unidos sobre la imposición de aranceles del 30% a productos nacionales, medida que podría impactar sectores estratégicos. El anuncio se dará este viernes.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, afirmó que el Gobierno mexicano agotó todas las vías diplomáticas y comerciales para evitar el incremento. “Todo lo que México tenía que hacer se hizo; ahora toca esperar”, declaró.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum no descartó una conversación con Donald Trump para insistir en un acuerdo que respalde la estabilidad comercial.
Ebrard destacó que el T-MEC garantiza que 84% del intercambio bilateral esté exento de aranceles. Sin embargo, advirtió que productos que no cumplen reglas de origen, como textiles y autopartes con componentes asiáticos, quedarían sujetos al 30%.
Impacto potencial: mercancías como ropa, calzado y partes automotrices que incluyen acero y aluminio no originarios podrían ser afectadas. En contraste, sectores como la industria farmacéutica y los servicios digitales permanecerían libres de impuestos.
Analistas alertan que los aranceles recaerían sobre bienes sensibles, incluidos jitomates, acero y aluminio, mientras que México evalúa responder con impuestos a productos agrícolas estadounidenses como papa y manzana, apuntando al sector clave para Trump.
En paralelo, México anunció un incremento del 19% al 33.5% en impuestos a importaciones desde China, medida que impacta plataformas como Shein y Temu, además de artículos que ingresan por paquetería fuera del rango exento.
El contexto mantiene la incertidumbre para el comercio regional, mientras una delegación mexicana continúa negociando en Washington con autoridades estadounidenses.