El ministro electo Arístides Guerrero García afirmó que es momento de “dar vuelta a la página” en el tema de los acordeones y avanzar hacia un nuevo Poder Judicial.
Durante una entrevista con 24 HORAS, el también llamado “Ministro Chicharrón” cuestionó la postura de cinco consejeros del INE que no validaron la elección judicial.
Desde su especialidad en Derecho Electoral, Guerrero consideró que ahora lo relevante es definir el tipo de Suprema Corte que se desea construir para el país.
Entre los primeros retos, propuso una reingeniería institucional, mayor apertura ciudadana y que se comprenda mejor la función del máximo tribunal constitucional.
Criticó duramente a Norma Piña, presidenta saliente de la Suprema Corte, por mantener reuniones privadas con poderes Político y Económico, y carecer de apertura y capacidad de diálogo.
Guerrero prometió terminar con los acuerdos ocultos entre ministros y otros poderes, promoviendo transparencia total en todas las decisiones judiciales.
Consideró fundamental que el Poder Judicial y el Legislativo mantengan comunicación clara, sin rupturas, pero con apertura democrática.
Destacó que por primera vez los ministros fueron electos por voto popular, lo que obliga a rendir cuentas y legitima el escrutinio ciudadano.
Se comprometió a encabezar la Corte más transparente de México, con resoluciones públicas y sin sesiones privadas.
Llamó a construir un tribunal de puertas abiertas, con diálogo activo entre poderes, pueblos indígenas y la sociedad en general.
Sobre su campaña, reconoció que el mensaje viral del “más preparado que un chicharrón” rompió esquemas y permitió conectar con sectores diversos.
Finalmente, consideró que los nuevos ministros deben elegir a los integrantes del Órgano de Administración Judicial, no quienes dejan el cargo.