La posible modificación o desaparición de los legisladores plurinominales implicaría un retroceso democrático que remite a los años 60, advirtieron analistas políticos consultados.
Los diputados plurinominales surgieron en la reforma política de 1977, con el objetivo de garantizar la representación de minorías dentro del Congreso mexicano. Su creación permitió la entrada de nuevas fuerzas políticas.
Entre los primeros representantes destacan Arnoldo Martínez Verdugo y Heberto Castillo, figuras clave de la izquierda mexicana, entonces minoritaria.
La nueva reforma electoral impulsada por Morena no busca eliminarlos, sino reemplazar el modelo por un sistema de “Primera Minoría”, donde el segundo lugar accede al cargo.
“Eliminarlas afectará no solo a la oposición, también al PVEM y PT”, explicó Jorge Aljovín, experto en temas legislativos.
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que los cambios permitirían representar minorías sin recurrir a listas, pero expertos creen que esto concentra el poder en los partidos mayoritarios.
Arturo Espinosa, director de Laboratorio Electoral, advirtió que se podría regresar a una configuración similar al PRI hegemónico de los 60, con partidos minoritarios marginados.
Marina Reyes, de Integralia, coincidió: “Es peligroso, porque la reforma elimina espacios que permiten la pluralidad política”.
Juan Jesús Garza Onofre, académico de la UNAM, indicó que el problema real está en los partidos políticos, no en el sistema electoral.
Sugirió que la reforma debe enfocarse en fiscalización, financiamiento y el uso de redes sociales.
En paralelo, el Congreso recibió una iniciativa presidencial para reformar la Constitución en materia de extorsión, que se discutirá en próximos días.

