Las lluvias torrenciales que azotaron el sur de Estados Unidos convirtieron a Texas en el epicentro de una tragedia. El río Guadalupe se desbordó el fin de semana con consecuencias fatales.
El saldo, al cierre de esta edición, es de 81 muertos, incluidos 28 niños, y decenas de desaparecidos, particularmente en el condado de Kerr. El desastre golpeó Camp Mystic, un campamento infantil.
Las precipitaciones triplicaron los pronósticos. En 45 minutos, el nivel del agua subió ocho metros, cubriendo cabañas, arrastrando vehículos y separando familias completas en medio del caos.
En el campamento, donde había 750 niñas, se realizaron evacuaciones de emergencia. Un consejero rompió una ventana para que varias menores escaparan nadando entre árboles y escombros.
https://whatsapp.com/channel/0029VaE1iV22975FVy9QXt3J
Hasta ahora, hay 10 niñas y un adulto desaparecidos. El gobernador Greg Abbott describió la escena como “horriblemente devastada”. Donald Trump declaró un desastre mayor para facilitar apoyos.
Las operaciones de rescate continúan. Participan la Guardia Costera y agencias locales, con más de 160 evacuaciones aéreas realizadas hasta el momento. La zona sigue bajo alerta máxima.
El juez Rob Kelly admitió que no existía un sistema de alerta eficaz. El terreno del área, conocido como el “callejón de inundaciones”, impide la absorción de agua.
El Papa León envió oraciones desde el Vaticano. Científicos advierten que eventos así serán más frecuentes por el cambio climático y critican recortes presupuestales durante el mandato de Trump.
También te puede interesar. Jared Reynoso espera la sentencia al asesino de su hija

