El informe indica que cerca de 1.5 millones de migrantes abandonaron el país este año. El éxodo se explica por deportaciones masivas y salidas voluntarias por temor a políticas restrictivas.

En enero, la población nacida en el extranjero alcanzó un récord de 53.3 millones; para junio cayó a 51.9 millones, marcando un retroceso demográfico con implicaciones económicas inmediatas.

Los inmigrantes representaban el 20% de la fuerza laboral en 2024. Hoy equivalen al 19%, lo que significa 750 mil empleos menos en sectores esenciales como agricultura, construcción y manufactura.

El Pew Research Center advierte que la baja también puede relacionarse con la renuencia a responder encuestas, aunque confirma que la tendencia de reducción migratoria resulta clara y sostenida.

Entre mayo y julio, la creación de empleo en Estados Unidos se limitó a 35 mil puestos mensuales, cifra considerada insuficiente para el tamaño de la economía nacional.

El gobierno de Trump celebró la baja. “Promesas hechas, promesas cumplidas”, dijo la portavoz Abigail Jackson, al presentar datos que la Casa Blanca considera prueba de eficacia en política migratoria.

El contraste con la era Biden es notorio: durante su gestión, la inmigración alcanzó récords, con casi 14 millones de indocumentados en 2023, factor clave en el regreso electoral de Trump.

Empresarios agrícolas y manufactureros alertan sobre escasez de trabajadores. Analistas advierten que la contracción, lejos de fortalecer la economía, podría frenar el dinamismo y presionar la inflación en Estados Unidos.


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