Estados Unidos intensificó su presión internacional contra Nicolás Maduro, al elevar a 50 millones de dólares la recompensa por información que permita su captura inmediata.

La fiscal estadounidense Pam Bondi declaró que Maduro opera con organizaciones terroristas extranjeras, como el Cártel de Sinaloa, para introducir drogas sintéticas y armas de alto calibre.

La funcionaria destacó que la DEA decomisó 30 toneladas de cocaína, de las cuales siete están directamente vinculadas con el régimen venezolano y con el propio mandatario.

Además, Washington acusa a Maduro de estar detrás del Tren de Aragua, banda declarada como organización terrorista global, operando también en países como Chile, Perú y México.

Aunque Venezuela y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas desde 2016, emisarios de ambas naciones han sostenido encuentros para negociar la liberación de ciudadanos detenidos.

Tanto Donald Trump como Joe Biden desconocen los resultados electorales de 2024 en los que se declaró vencedor Maduro. La legitimidad de su mandato sigue siendo cuestionada.

En 2019, el gobierno de Trump impuso un embargo petrolero a Venezuela, medida que continúa vigente y ha debilitado las finanzas del país sin lograr una transición política efectiva.

Estas nuevas acciones forman parte de una ofensiva más amplia que busca frenar la expansión de redes criminales transnacionales vinculadas a regímenes autoritarios en América Latina.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *