En ‘Los Últimos Días de Judas Iscariote’, el público es transportado a un purgatorio donde conviven personajes históricos y bíblicos que funcionan como un espejo de los dilemas contemporáneos.

Escrita en 2005 por Stephen Adly Guirgis, la obra llega a México bajo la dirección de Marco Vieyra, quien asume el reto de presentar un montaje cargado de crítica social y humor negro.

El proyecto fue posible gracias a la invitación de la compañía Casa Expanda, decisión que el director tomó sin dudar.

“Lo leí, me pareció un texto brutal, completamente brutal, irruptivo, delirante. Ahí dije: yo quiero hacer esto, y pues sí, lo agarré y lo empecé a hacer”, compartió Vieyra en entrevista.


Un montaje que apuesta por la dramaturgia contemporánea

Aunque ha trabajado con clásicos como Shakespeare, Vieyra enfatiza que su principal interés está en la dramaturgia contemporánea, al ser una herramienta que refleja con inmediatez las tensiones sociales.

“Es fundamental dialogar con los dramaturgos contemporáneos, porque hoy por hoy ellos están contando el aquí y el ahora. Eso es un reflejo muy inmediato de lo que pasa y me mueve tener un autor que hable desde las minorías, desde la gente que necesita expresarse. Yo por supuesto que siempre me voy a sumar a eso”.


El teatro como transformación social

Para el director, el teatro va más allá del entretenimiento y debe servir como un espacio de transformación:

“Más allá de ser un entretenimiento, para mí sí debe contar con discursos que transformen al espectador, y no con una pretensión aleccionadora, sino genuina de entender que el teatro así surgió: como una crítica y como un reflejo social”, explicó..

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