El programa de huellas necrodactilares reduce al 100 por ciento los costos de los procesos de identificación de las personas fallecidas, en comparación con los estudios genéticos, indicó Alejo Rogelio Carpio Ríos, titular del Instituto de Ciencias Forenses de la FGE.

El funcionario resaltó que los análisis de ADN tienen un costo mínimo de cuatro mil pesos y se realizan con equipos de varios millones de pesos, mientras que el de huellas necrodactilares, con equipo donado y personal propio.

“Hay una parte del universo de personas desconocidas que sí se deben identificar por genética, es un proceso más costoso, pero se debe hacer por el contexto del cuerpo, no todos tienen huellas, ahí no hay vuelta de hoja, son restos óseos, eso es un poco más lento. El equipo lo tenemos y también lo usamos para otros temas periciales”, especificó en entrevista para este medio.

La identificación por genética, dijo Carpio Ríos, es viable en aquellos cadáveres que permanecen en la fosa común, desde 1988 hasta 2019.

El funcionario destacó que Puebla es el onceavo estado en contar con un programa de identificación de personas fallecidas mediante el protocolo de huella dactilar.

“Hay otros estados que lo están empezando a hacer, esperemos que pronto haya más comunicación entre las fiscalías, los servicios periciales o institutos, como es el nuestro, para poder intercambiar información”, aseguró.

“Nosotros intercambiamos datos con Tlaxcala y ya empezaron a llegar y espero pronto así sea con otros estados, para que empecemos a traernos a nuestros poblanos de otros estados en los servicios forenses”, mencionó.

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