De forma inesperada, medios estadounidenses confirmaron la muerte de Kelley Mack, reconocida actriz de The Walking Dead, a los 33 años. La noticia se reveló este 5 de agosto, aunque el deceso ocurrió el 2 de agosto.
De acuerdo con The Hollywood Reporter (THR) y Variety, la familia informó que la actriz falleció tras una larga batalla contra un glioma del sistema nervioso central.
“Con una tristeza imborrable anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley. Una luz tan brillante ha partido”, expresó la familia en un comunicado publicado en Instagram.
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Kelley Mack alcanzó la fama con su papel en The Walking Dead y participaciones en Chicago Med, además de series como 9-1-1 y películas como Broadcast Signal Intrusion y Delicate Arch. También trabajaba en Universal, producción que aún no se estrena.
Nacida el 10 de julio de 1992 en Cincinnati, Ohio, descubrió su pasión por la actuación cuando recibió una cámara de video en su infancia. Se graduó de Hinsdale Central High School en 2010 y posteriormente obtuvo una licenciatura en Cinematografía en la Universidad Chapman en 2014.
Además de actuar, Mack escribió guiones para proyectos cinematográficos. Su trabajo reflejaba su compromiso con la industria del entretenimiento y su creatividad como narradora.
Tras su muerte, le sobreviven sus padres, Kristen y Lindsay Klebenow, así como sus hermanos Kathryn y Parker. La comunidad artística lamenta la pérdida de una actriz que dejó huella en la televisión y el cine independiente.
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