El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que no asistió a la Asamblea General de la ONU porque la consideró “inútil” y una pérdida de tiempo.
El mandatario salvadoreño, aliado de Donald Trump, publicó en su cuenta de X que “esta vez me salté la Asamblea General de las Naciones Unidas, me pareció inútil este año”.
Bukele acompañó su mensaje con un video de su discurso del 2024 ante la ONU, en el que advirtió que “el mundo libre ya no es libre”.
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El presidente de El Salvador afirmó que las calles están en manos de pandillas, el crimen organizado y las drogas, mientras redes sociales sufren censura impuesta por gobiernos.
La decisión de Bukele coincide con las recientes críticas de Trump contra la ONU, reforzando la cercanía política entre ambos líderes y consolidando a Bukele como aliado clave de Washington.
Desde 2022, en El Salvador está vigente un régimen de excepción que permite arrestos sin orden judicial para combatir pandillas, medida que ha generado cuestionamientos de organismos internacionales.
El gobierno reporta más de 89.000 detenciones, aunque unas 8.000 personas fueron liberadas por falta de pruebas. Organizaciones denuncian abusos y detenciones arbitrarias bajo este marco legal.
Pese a las críticas, Bukele mantiene altos niveles de popularidad en su país gracias a la reducción de la violencia, aunque persisten denuncias de violaciones a los derechos humanos.
El mandatario salvadoreño se perfila como un referente regional en el combate al crimen, mientras su alianza discursiva con Trump lo proyecta como un actor central en Centroamérica.