A sus 72 años, José Luis Salazar Ávila cursa el séptimo semestre de la Licenciatura en Ciencias Políticas en el Complejo Regional Sur de la BUAP, en Tehuacán. Su historia refleja cómo la educación no tiene edad y cómo la pasión por aprender puede transformar la vida.
Originario de Oaxaca y radicado en Tehuacán desde los seis años, trabajó en distintos oficios: comercio, mesero y taxista.
Su inquietud por superarse lo llevó primero a concluir la primaria y secundaria en una escuela nocturna, y más tarde a descubrir su vocación por el periodismo, enfocándose en temas de cambio climático.
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Durante la pandemia, retomó la preparatoria en sistema abierto y decidió cumplir un sueño pendiente: ingresar a la BUAP. Con un promedio de 9.27, hoy comparte aulas con jóvenes de 20 años, a quienes bromea diciendo que tiene su misma edad, “pero con 50 años más de experiencia”.
Su historia es también familiar: cuatro de sus hijos estudiaron en la BUAP y uno de ellos, en Diseño Gráfico, comparte actualmente la universidad con él.
Además de estudiar, don José Luis practica boxeo para mantener cuerpo y espíritu jóvenes. Su meta es seguir en el periodismo, ahora con el respaldo de una formación académica en Ciencias Políticas.
“Estar en la universidad es cristalizar mi sueño; cada lectura me motiva y me da nuevas herramientas para comunicar lo que pasa en mi entorno”, asegura con entusiasmo.