La degradación del plástico PET es uno de los problemas ambientales más graves, ya que puede tardar entre 55 y 500 años en desintegrarse de forma natural.
Ante este desafío, el doctor Luis Javier Martínez Morales, investigador del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), desarrolla una propuesta innovadora: obtener la enzima depolimerasa a partir de la bacteria Azospirillum brasilense, capaz de descomponer el PET a nivel molecular.

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Esta bacteria, conocida como promotora del crecimiento vegetal, también produce y degrada polihidroxibutirato (PHB), un polímero utilizado para fabricar plásticos biodegradables. Al modificar sus condiciones de crecimiento y mediante tecnología de ADN recombinante, los investigadores lograron potenciar la producción de PHB y, con ello, aislar el gen phbZ para obtener la enzima depolimerasa.
Los ensayos iniciales mostraron que, al exponer PET virgen y reciclado a la enzima, se observó degradación en las primeras 18 a 24 horas. Tras dos meses, la eliminación fue aún mayor, demostrando que la proteína mantiene estabilidad a temperatura ambiente.

El siguiente paso es purificar la enzima y probar su estabilidad en diferentes condiciones de pH y temperatura. A futuro, el objetivo es escalar la producción y explorar aplicaciones como la aspersión de enzimas sobre plásticos.

