El karting en México vive un auge entre jóvenes pilotos, pero enfrenta limitantes financieras que dificultan el desarrollo de talento desde edades tempranas hacia categorías profesionales.
Según Gilberto Ávalos, director de Friends Karting, el deporte sobrevive principalmente por familias involucradas, ante la falta de interés de patrocinadores en apostar por pilotos jóvenes.
En México, los pilotos comienzan a competir entre los 10 y 15 años, mientras que internacionalmente el inicio es entre seis y siete años, lo que retrasa la formación de talento competitivo.
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El karting nacional tiene varias divisiones, como Skusa o Fórmula Karting (FK), con temporadas de cinco a nueve fechas y costos que oscilan entre 500 mil y un millón de pesos.
Friends Karting ofrece un campeonato más accesible, con temporadas de hasta nueve fechas y costos entre 200 mil y 500 mil pesos, incluyendo registro, prácticas, viajes y mantenimiento de autos.
El objetivo principal para los jóvenes es llegar a la Fórmula 4, categoría más alta reconocida por la FIA en México, pero actualmente solo pilotos con recursos pueden acceder, con un costo mínimo de cinco millones de pesos por temporada.
Solo cinco mexicanos trabajan con miras hacia la Fórmula 1 en categorías inferiores (F2 o F3): Rafael Villagómez, Noel León, Santiago Ramos, José Garfias y Jesse Carrasquedo.
Ávalos asegura que “el kartismo en México es poco apoyado. Las marcas no invierten desde etapas tempranas, dejando que muchos talentos se pierdan antes de llegar a profesionalismo internacional.”
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