En Puebla, la violencia contra la comunidad LGBT+ deja cifras alarmantes: en una década se han registrado 28 crímenes de odio, de acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio, que contabiliza casos desde 2014 hasta 2025. El recuento refleja una constante de agresiones que, pese a ser visibles, siguen enfrentando impunidad estructural.
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El desglose por año muestra lo siguiente: tres casos en 2014, dos en 2016, cinco en 2017, tres en 2018, uno en 2019, tres en 2020, tres en 2021, dos en 2022, tres en 2023, dos en 2024 y uno en 2025. A pesar de la existencia de una Unidad Especializada en la Fiscalía General del Estado (FGE) desde 2020, los avances en justicia son mínimos.
En 2023, la FGE reportó ocho homicidios contra personas de la diversidad sexual, de los cuales cinco fueron esclarecidos, aunque eso no implica sentencias firmes ni garantiza que los casos se tipificaran como odio. La realidad es contundente: entre 2013 y 2025, el Poder Judicial de Puebla solo ha emitido una sentencia por homicidio calificado por razón de odio, el emblemático caso de Agnes Torres, resuelto en 2022.
Información de: Quadratin Puebla