Altos mandos de Estados Unidos, encabezados por el secretario de Estado Marco Rubio, han intensificado su estrategia para que el presidente venezolano Nicolás Maduro renuncie, según una investigación de The New York Times.
En días recientes, el ejército estadounidense desplegó operaciones contra navíos civiles sospechosos de transportar droga hacia Estados Unidos. Rubio calificó a Maduro como un “dirigente ilegítimo” que representa una “amenaza inminente”.
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De acuerdo con el NYT, Rubio utiliza información de la CIA para perfilar una estrategia más agresiva. El Pentágono ha movilizado más de 6,500 soldados en la región.
Los funcionarios mencionaron que John Ratcliffe y Stephen Miller, principales asesores de Donald Trump, respaldan estas acciones. Sin embargo, las operaciones aún no cuentan con la aprobación oficial de la Casa Blanca.
El plan contempla interferir en la producción de drogas en Venezuela y presionar directamente a Maduro. Funcionarios de Washington aseguran que el mandatario venezolano lidera una red de cárteles vinculados al narcotráfico.
Paralelamente, miembros de la oposición venezolana han planteado estrategias para un escenario sin Maduro, e incluso han dialogado con autoridades estadounidenses. Sin embargo, Washington no ha confirmado estas conversaciones.
Algunos funcionarios sostienen que Rubio y aliados buscan derrocar a Maduro sin recurrir a una intervención militar directa, con el fin de evitar una guerra prolongada en la región.
Otros sectores del gobierno estadounidense advierten que una operación de cambio de régimen podría arrastrar al país a un conflicto mayor. Proponen priorizar la vía diplomática para salvaguardar los intereses económicos en Venezuela.
Por su parte, Yván Gil, canciller de Venezuela, declaró que su gobierno está abierto al diálogo bilateral, siempre que no implique discutir la salida de Maduro de la presidencia.