¿Estudiantes?
“El pueblo mirando, también está apoyando”, decía una manta que portaba una joven encapuchada, presunta estudiante de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán, durante el bloqueo de este martes en el bulevar 5 de Mayo, que colapsó el tráfico vehicular en el centro de la ciudad. No obstante, dada la naturaleza de esta manifestación, con la quema de llantas y un autobús, tal afirmación queda en duda. Cientos de miles de personas se vieron afectadas en sus traslados debido a la movilización que, a decir verdad, nadie entiende, pues las normalistas son conocidas por manifestarse constantemente por distintas demandas administrativas, que parecen nunca resolverse, a pesar de que toman casetas de cobro, presidencias municipales, grafitean dependencias y desquician las vialidades de la capital. Pero nunca, en todas sus décadas de manifestación constante, han puesto en evidencia sus conocimientos, sus actividades académicas, culturales, especialmente si esperan convertirse en las próximas maestras del estado. Más bien, parece que se entrenan en acciones de carácter porril, vandálico, que sólo suman mayor rechazo a sus demandas entre la población. ¿Será?
Encapuchados
En la manifestación de ayer, llamó la atención que las normalistas de Teteles de Ávila Castillo estuvieron siempre apoyadas por hombres, aunque dicha institución es de carácter femenil. Dichos sujetos, algunos encapuchados y vestidos de negro, las ayudaron a cargar las llantas que quemaron en el bulevar y, aparentemente, le prendieron fuego a la unidad 343 de la Línea 3 de RUTA. En videos tomados por transeúntes y subidos a redes, se observa a los varones aventando piedras al autobús; poco después, se escucha una explosión e inicia el fuego que consumió el vehículo. En las mismas redes se especuló que dichos sujetos son presuntos integrantes de la Unión Popular de Vendedores y Ambulantes 28 de Octubre, versión no confirmada. Lo cierto es que, cuando algunas mujeres protestan, tal parece que responden a los intereses de algunos machos, como ocurrió este sábado en el Zócalo, cuando cuatro feministas dañaron la Fuente de San Miguel en compañía de algunos hombres, que salieron huyendo y salvaron la aprehensión. ¿Será?
¿Qué ocultan?
Cabe recordar que la Escuela Normal Rural Carmen Serdán ha estado envuelta en otros escándalos, pero ninguno que destaque sus logros académicos. Hace un año, una joven estudiante, originaria del estado de Veracruz, fue rescatada por sus familiares, una vez que les avisó de presuntos abusos en su contra por parte de sus compañeras. Resulta que la dejaron sin agua y sin comida, como parte de una novatada, hasta que presentó síntomas de deshidratación. La mamá de la alumna se apersonó afuera del plantel de Teteles de Ávila Castillo, donde las normalistas se amotinaron, colgaron mantas con la efigie del Che e impidieron el paso de la madre de familia que les cuestionaba “¿qué ocultan?”. A final de cuentas, la alumna salió de la escuela, gracias a la intervención de la Secretaría de Gobernación estatal, que condenó la violación de derechos humanos de la estudiante, sometida a los “usos y costumbres” del consejo estudiantil. Este caso nos hace pensar en el posible sometimiento de las estudiantes a un liderazgo violento y dictatorial, muy alejado de su supuesto empeño revolucionario. ¿Será?

