En los ranchos de Durango, una presión silenciosa recorre los campos: ganaderos son forzados a vender su ganado a un solo comprador, a precios por debajo del mercado. No hay armas ni amenazas abiertas, pero la “oferta” es tan contundente que pocos se atreven a decir no.
Manuel Núñez Carrillo, director de la empresa Pa’Lante, denunció ante 24 HORAS Puebla que una red busca monopolizar la compra-venta de ganado en la región, valiéndose de mensajes intimidatorios y promesas de dinero en efectivo para dominar el negocio rural.
En un grupo de WhatsApp, 35 comerciantes fueron integrados sin previo aviso. Ahí, los administradores ofrecieron “dinero por adelantado” junto con fotos de pacas de billetes, pero también advirtieron que quien vendiera a otros compradores sufriría el decomiso de su ganado.
Los productores reciben 60 a 65 pesos por kilo, muy por debajo del valor real del mercado. El presunto responsable, Jesús Félix Madueño, dueño del Rancho El Lago, habría instruido que todo el ganado se concentre en Corrales Minerva, donde él figura como acopiador oficial.
Núñez decidió no ceder a la presión y denunció públicamente el intento de acaparamiento. Su valentía atrajo la atención del gobernador Esteban Villegas Villarreal, quien aseguró que “Durango no será territorio para el crimen económico”.
Sin embargo, el miedo persiste. “Claro que tengo miedo, no fuera humano si no lo tuviera”, confesó Manuel, tras recordar el caso del líder limonero Bernardo Bravo, asesinado en Michoacán por defender a su gremio.
Expertos advierten que este tipo de extorsión silenciosa no solo afecta a los productores, sino que impacta directamente en los precios y la disponibilidad de productos básicos. “Cuando se captura un sector productivo, se limita toda la economía regional”, explicó Fernando Jiménez, especialista en terrorismo económico.
En Durango, la amenaza no siempre lleva uniforme ni armas, pero sí una oferta que nadie se atreve a rechazar.