Una jueza federal de San Francisco, Susan Illston, ordenó este miércoles al presidente Donald Trump detener los despidos masivos de empleados federales durante el cierre del gobierno (shutdown), luego de que la Casa Blanca anunciara su intención de cesar a más de 10 mil trabajadores públicos.
La decisión judicial, de carácter temporal, surge tras una demanda interpuesta por sindicatos que calificaron los despidos como ilegales y “arbitrarios”. Según el fallo, muchos empleados no recibieron los avisos de despido, pues estos fueron enviados a correos gubernamentales inactivos durante la parálisis presupuestaria.
La jueza destacó que entre los afectados se encuentran mujeres embarazadas y trabajadores que temen perder su seguro médico sin tener acceso a ningún tipo de asistencia. “No hay personal disponible para resolver sus dudas, pues los departamentos de recursos humanos también están suspendidos”, afirmó Illston.
Por su parte, Russ Vought, jefe de presupuesto de Trump, reconoció que el gobierno ya había despedido a más de 4 mil empleados, especialmente en los Departamentos del Tesoro, Salud, Educación y Vivienda, y advirtió que los recortes podrían superar los 10 mil despidos.
El Senado estadounidense continúa bloqueando por novena ocasión consecutiva el proyecto de financiamiento que pondría fin al cierre del gobierno, lo que mantiene en vilo a miles de familias afectadas por las medidas de austeridad impulsadas por Trump.
Esta resolución judicial representa un duro golpe político para el expresidente, quien enfrenta crecientes críticas por su manejo de la crisis y su intento de “cerrar la burocracia” en plena disputa presupuestaria con los demócratas.

