La empresaria y modelo Kim Kardashian sorprendió al revelar en The Kardashians que fue diagnosticada con un aneurisma cerebral, una condición potencialmente mortal. La noticia encendió las alertas sobre esta enfermedad silenciosa que puede permanecer sin síntomas por años, hasta que se manifiesta con señales como náuseas, visión borrosa, confusión y dolor de cabeza intenso.
Un aneurisma cerebral ocurre cuando una arteria del cerebro se debilita y se infla, formando una bolsa de sangre que, si se rompe, puede causar una hemorragia cerebral fatal. Según la Clínica Mayo y el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos (NINDS), entre el 2 % y el 5 % de la población mundial tiene algún tipo de aneurisma, aunque la mayoría no se rompe.
Los médicos identifican tres tipos principales: sacular, el más común; fusiforme, que afecta toda la arteria; y disecante, que ocurre al desgarrarse la pared del vaso. Los síntomas de alerta incluyen visión doble, rigidez en el cuello, sensibilidad a la luz, convulsiones y pérdida del conocimiento.
Los factores de riesgo son claros: hipertensión, tabaquismo, consumo de alcohol o drogas, y antecedentes familiares. En el caso de Kardashian, el estrés habría sido un detonante importante.
Especialistas recomiendan adoptar hábitos saludables, controlar la presión arterial y realizarse estudios preventivos como resonancias magnéticas o angiografías. La detección temprana puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

