La Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) inicia una nueva etapa con movimientos estratégicos en su estructura directiva, confirmados por la rectora Lilia Cedillo a pocos días de su reelección. El nombramiento que acapara los reflectores es la llegada de Damián Hernández a la Secretaría General, una pieza considerada clave para la gobernabilidad y el futuro inmediato de la máxima casa de estudios. Este movimiento, que ya se rumoreaba en círculos universitarios, oficializa la salida de José Manuel Alonso, quien ahora asumirá la Secretaría Técnica de la Rectoría.

Hernández, conocido por su estrecha colaboración con el exrector Enrique Agüera y su reciente rol como director de Proyectos Institucionales bajo la administración Cedillo, regresa a un puesto de máxima relevancia. Su llegada se podría interpretar como una estrategia para fortalecer la unidad y, de manera crucial, como un intento por resolver el conflicto estudiantil que marcó el inicio de este 2025.

Además, la rectora ha reestructurado áreas vitales para el estudiantado. La antigua Coordinación General de Atención a los Universitarios (CGAU) es sustituida por la Coordinación General de Participación y Desarrollo Estudiantil, liderada por Jorge Avelino Solís. De esta nueva dependencia, que busca un enfoque más activo y cercano, se desprende la Dirección de Atención Estudiantil a cargo de Rodrigo Iván Aguilar Enríquez, de la cual se derivarán las subdirecciones de Becas y de Atención Estudiantil, con Pilar Torres y Nayeli Cano, respectivamente.

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