Vector Casa de Bolsa, con una sucursal en Puebla, en la Avenida Juárez de la zona Esmeralda de Puebla, cerró sus puertas después de 38 años, fundada por Alfonso Romo Garza, en 1987.

Con funciones de banca, Vector ya no opera y sus activos fueron transferidos a otras instituciones, protegiendo a los clientes.

En medio de innumerables denuncias en México de lavado de dinero de recursos públicos de políticos del PRI, sin que nadie la investigara.

Fue hasta el 2025 cuando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó al grupo financiero de Romo Garza de blanquear dinero de cárteles mexicanos.

Junto con CIBanco e Intercam, Vector Casa de Bolsa dejaron de operar, con lo que el proceso ha terminado, declaró Jorge Arce, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

Alfonso Romo Garza es el segundo empresario regiomontano de caer en desgracia con la desaparición de la institución financiera, como ocurrió con Jorge Lankenau Rocha, presidente de Banca Confía  y Ábaco Grupo Financiero.

l poblano Raúl  Monter Ortega fue socio del extinto banquero que estuvo preso ocho años en el penal de Topo Chico de Monterrey, Nuevo León, acusado por la SHCP de operaciones financieras fraudulentas Offshore  en paraísos fiscales.

La Secretaría de Hacienda acusó a Lankenau de autorizar operaciones “a sabiendas de que las mismas ocasionarían un quebranto a la institución de crédito”.

La SHCP documentó que el empresario regiomontano, junto con el poblano Raúl Monter Ortega y Jorge Camarena Legaspi, defraudó a 230 inversionistas con 170 millones de pesos.

Los ahora extintos Vector Casa de Bolsa y Banc Confía  y Ábaco Grupo Financiero, tienen un común denominador: los vínculos con el poder político, Vector con AMLO y Confía con el PAN.

Lavador de dinero de cárteles, Vector Casa de Bolsa de Alfonso Romo Garza, estaba ligado al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, primero como enlace con empresarios en campaña, y luego como Jefe de la Oficina de la Presidencia - 2018- 2020-.

Ambos grupos financieros, Vector y Confía, tenían entre sus clientes a políticos del PRI y del PAN que lavaron dinero público mediante inversiones de riesgo en paraísos fiscales para obtener utilidades no reportadas en la contabilidad de las tesorerías de los gobiernos.

Así ocurrió en Puebla durante el Gobierno de Mario Marín Torres, que utilizó a Vector Casa de Bolsa para lavar dinero del erario en fondos de inversión, mercado de capitales, cambio de divisas, banca de inversión, financiamientos corporativos e inversión en mercados globales.

Marín, a través de su secretario de Finanzas, Gerardo Pérez Salazar, utilizó a testaferros y sociedades fantasma para lavar hasta 15 mil millones de pesos del Gobierno estatal que terminaron en cuentas de sociedades fantasmas y en manos de particulares

En el año 2007, el Gobierno poblano recibió un excedente de nueve mil millones de pesos por encima de lo presupuestado, derivado de “ingresos petroleros” que Marín Torres invirtió en su mayoría de manera irregular en Casa de Bolsa Vector.

Lo mismo Ulises Ruiz en Oaxaca, con constantes inversiones tasadas en cientos de millones de pesos provenientes del erario.

Marín Torres operó el desvío de recursos del erario estatal que provenían de los excedentes de participaciones federales para salud, educación, desarrollo social y otros, como lo reveló Acento 21.

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