La muerte también se ajusta a la inflación. En México, los servicios funerarios han registrado un aumento de hasta 20% en lo que va del año, con paquetes básicos que van de 15 mil a 30 mil pesos, mientras que los funerales premium pueden superar los 80 mil pesos. En algunos casos, inhumaciones privadas llegan hasta los 200 mil pesos, reflejando el impacto del incremento en materiales, transporte y mantenimiento, especialmente en CDMX, Monterrey y Guadalajara, donde la demanda eleva los costos.

Según Manuel Ramírez, director de Velatorios Santa Gloria, filial de J. García López, el aumento promedio es del 7%, aunque advierte que sólo el 4% de los mexicanos está preparado para cubrir un gasto funerario. La empresa proyecta un nuevo ajuste de 9% a 10% para 2026, dependiendo del comportamiento económico.

El sector funerario no es el único afectado. Este Día de Muertos 2025, colocar una ofrenda tradicional cuesta 2 mil 135 pesos, un 18% más que el año pasado, de acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec). De ese monto, 585 pesos se destinan a alimentos, 500 pesos a adornos y 360 pesos al cempasúchil, cuyo mercado creció 5% este año, generando una derrama económica de 370 millones de pesos.

El pan de muerto, símbolo de la temporada, subió 21%, con precios de 15 a 340 pesos por pieza. Mientras tanto, el auge de Halloween impulsa un gasto promedio de hasta 5 mil 850 pesos, marcando el inicio de una temporada de endeudamiento familiar.

En un país donde morir cuesta cada vez más, la tradición de honrar a los difuntos se mantiene viva, pero con una fuerte carga para los bolsillos mexicanos.

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