En las juntas auxiliares de La Resurrección, Santa María Xonacatepec, San Sebastián de Aparicio, San Pablo Xochimehuacan y San Jerónimo Caleras, así como las colonias Villa Frontera, Jorge Murad, El Conde, Del Valle y Bosques de San Sebastián se concentra la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el área metropolitana de la capital poblana.


Así lo refieren integrantes de los cuerpos de emergencia, quienes destacaron que las tomas clandestinas se perforan desde viviendas particulares, en terrenos presuntamente baldíos y junto a compañías gaseras.


Explicaron que en la zona limítrofe entre los estados de Puebla y Tlaxcala se extrae gas LP y gasolina, combustibles que se cargan en pipas y se reparten en gasolineras y empresas grandes que adquieren el huachicol a la mitad del precio oficial.


“No se va a poder frenar porque es mucho dinero lo que ganan. Lo único que hacen es hacer operativos, con supuestas cancelaciones de tomas clandestinas, pero las vuelven a abrir o le rascan más adelante y no pasa nada, ya después lo venden en las mismas pipas que andan circulando en las calles; un 50 por ciento de ellas deben traer huachicol porque no presentan su hoja de carga validada por Pemex”, explicó un elemento que prefirió omitir su nombre por seguridad.


Destacó que es un negocio ilícito pero seguro, debido a que las organizaciones criminales contratan halcones (vigilantes) de 10 a 15 años, a quienes les pagan dos mil pesos para que alerten sobre posibles operativos, al grado de ofrecer hasta 100 mil pesos al personal de las corporaciones policíacas encargadas de la vigilancia en la zona, para que omitan denunciar el robo de hidrocarburos.


Los integrantes de los cuerpos de auxilio reconocieron que la población de la zona norte de la capital vive una bomba de tiempo, porque hay viviendas asentadas en las inmediaciones de los ductos de Pemex.


Lamentaron que la explosión de un ducto en San Pablo Xochimehuacan, en octubre del 2021, que dejó como saldo cinco personas muertas, más de 60 casas destruidas y miles de evacuados, no haya sido el precedente para implementar planes de Protección Civil y evitar más desastres.


Aún cuando los vecinos reconocieron que los mismos huachicoleros resultaron lesionados y perdieron sus viviendas, las tomas clandestinas se siguen registrando.
En diciembre del año pasado, en un terreno baldío de Bosques de San Sebastián, se encontró una toma y un camión tipo Rabón con caja adaptada, así como un tanque con capacidad para ocho mil litros.


En noviembre del 2020 las autoridades también ubicaron otra toma clandestina en una vivienda en calle Gaseoducto, esquina con Santa Bárbara, en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan.
Mientras que en 2018, otra toma clandestina fue ubicada en una vivienda que ya había sido reportada en 2014 como un punto de extracción de hidrocarburo, por el mismo dueño cuando la puso en venta la propiedad, situada en la avenida Gaseoducto y calle Benito Juárez.

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